Sigue estos útiles consejos si lo que quieres es aprender a montar tus muebles en casa, sin fallar en el intento.
Los muebles armables son cada vez más populares, así por ejemplo puedes llevarte a casa, sin problemas, un closet desarmado. Pero si no tomas los cuidados necesarios o si no sigues las instrucciones esto puede tornarse en una pesadilla. Aunque si tomas en cuenta las claves que vamos a presentarte pueden ser todo un panorama y una instancia de aprendizaje.
Evita la frustración y dale paso a la satisfacción de terminar de armar un mueble por tus propios medios. Presta atención y verifica tener todo a mano para esta tarea.
Antes de comenzar debes revisar que el mueble ha llegado con todas sus piezas, usa siempre el manual como guía. Una vez hayas chequeado eso, ¡manos a la obra!
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Asegúrate de disponer de espacio suficiente para dejar las piezas y moverte sin chocar, ya sea con otros elementos o con alguien que te esté ayudando. Si se trata de un mueble grande, realiza el proceso cerca de donde lo dejarás de forma definitiva, para no tener después problemas al moverlo.
Extiende una tela vieja o un plástico en la que será tu área de trabajo. De esta forma, protegerás las piezas y el suelo de posibles rayaduras. Así que lo que más te recomendamos es seguir este consejo.
Con toda probabilidad, quienes fallan en el intento se saltan este paso o no le dan la importancia suficiente. Improvisar no es recomendable, ya que puedes confundirte y desarmar lo que habías hecho, y en ese proceso poner en riesgo el material del mueble.
Separa cada pieza y ordénalas de acuerdo a las instrucciones. Deja previamente preparados los clavos, tornillos, golillas, etc., que necesitarás para cada paso. Asegúrate de hacerlo en un lugar donde no corran riesgo de perderse o de rodar con facilidad, así te ahorraras el tener que detenerte para buscar una pieza extraviada.
En algunos casos se incluyen las herramientas de armado, pero en otros es posible que necesites buscarlas. Ten cerca lo que indica en el manual que necesitarás, como un martillo, destornillador, un juego de brocas compatible con el material del mueble, además de llaves Allen y pegamento para maderas. También hay atornilladores eléctricos que pueden hacer la tarea más sencilla.
Sigue las instrucciones al pie de la letra, eso implica hacerlos en el orden indicado y no improvisar con otros métodos. Esto es relevante, porque si algo sale mal en el armado, puedes perder la garantía del producto y con ello tiempo y dinero.
Cuando acabes de ensamblar, comprueba que todo está bien ajustado y estable, que no te sobran piezas y que se sienta resistente y seguro. Por ejemplo, asegúrate de que los compartimentos del closet soporten adecuadamente el peso de los objetos que planeas almacenar.
Si después de analizarlo te das cuenta de que el ensamblaje de muebles no es lo tuyo, que el closet que compraste tiene más piezas de las que creías, tienes poco tiempo o prefieres mirar cómo se hace para poder aprender, ¡no te preocupes!
Puedes solicitar el servicio de armado, que hace todo el proceso de revisión y chequeo además del armado completo, donde comprueban que todo estará en orden.
